El hotel The Roxbury, situado en un pequeño pueblo con el mismo nombre que está a sólo tres kilómetros de Nueva York, es un hotel boutique en el que pasar unas vacaciones atípicas. Aunque por fuera puede parecer la típica casa colonial de la época, por dentro ofrece una imagen totalmente distinta. Sus 18 habitaciones son temáticas y destacan por una decoración que pasa de lo alegre y moderno a lo retro y extravagante con pasmosa facilidad. Evidentemente, más que minimalista parece que sea maximalista, lo cual se carga de un plumazo uno de los requisitos fundamentales de todo hotel boutique.
Sin embargo, sí cumple con otras premisas. Por ejemplo, cuartos de baño plagados de productos de tocador de alta gama y toallas de algodón egipcio. Los dormitorios cuentan con televisores de pantalla plana y reproductores DVD para poder ver una película. Como no podía ser de otra forma, también tiene spa, llamado Shimmer Spa. Sin duda alguna, es un lugar idóneo para relajarse durante un fin de semana. Esa es una opción, pero otra opción igualmente válida es la de salir de excursión para contemplar la naturaleza del norte del estado de Nueva York.