Además de ser el primer proyecto de La Rioja en integrar bodega, hotel, restaurante y spa, la Finca de los Arandinos tiene algo que lo hace aún más diferente: el reconocido diseñador David Delfín se ha encargado del interiorismo en diferentes espacios como la recepción, el mirador o el restaurante Tierra, cuya cocina rinde homenaje a esta tierra rica y generosa del norte de España.
Rodeado de viñedos, olivos, campos de frutales y montañas, este hotel situado en el municipio de Entena se convierte en un lugar de lo más sugerente e inspirador, invitando a disfrutar de la belleza del paisaje que se cuela por los ventanales del edificio en forma de tapices naturales.
Pocas veces puede verse un proyecto que integre en un solo edificio todas las posibilidades que permite la experiencia enológica. Aquí podrás observar desde el proceso de elaboración del vino al lugar donde reposa en barricas pasando por el espacio donde se cata y por el restaurante, donde podrás degustarlo junto a magníficos platos.
Sin duda, una de las mejores cosas del hotel son las espectaculares vistas que pueden contemplarse desde el spa a pie de viña. Se trata de un rincón dedicado a la relajación, con sauna seca y húmeda, ducha ciclónica, aromaterapia, pediluvio, piscinas con burbujas caliente y fría y sala de masajes con vinoterapia.
Lo primer que hizo Roberto Guillen y su familia, creadores del proyecto, fue escoger a Javier Arizcuren como arquitecto, que planteó un edificio donde materiales como el hormigón, el vidrio, la madera y el color blanco dibujasen líneas que contrastasen con la exuberancia paisajística del entorno. Sin embargo, en los espacios diseñados por David Delfín la sorpresa es continua antes de entrar: suelos hidráulicos que anuncian el baño, espacios aparentemente vacios que dan paso al dormitorio, techo de cemento trabajado como si fuera la piel de elefante, muebles en su mayoría reciclados y de estilo ecléctico, aunque con algunas piezas actuales del holandés Piet Hein Eeek o de Carl Hansen… El resultado es un espacio heterodoxo y divertido y, a su vez cómodo y agradable.