Vivir Nueva York a todo color es posible en el encantador Gramercy Park Hotel, un modernísimo establecimiento turístico que hace de la clase y la sofisticación su razón de ser.
La modernidad del interiorismo de este edificio de Ian Schrager no se basa en los vistos estilos minimalistas de tonos fríos y líneas sencillas y lisas, sino más bien en todo lo contrario: el hotel boutique se convierte en un lugar para la fantasía gracias a los fuertes contrastes de colores en los elementos, a la estética vintage con reminiscencias clásicas, y un mobiliario y unos textiles de gran calidad.
Se trata de un hotel exclusivo al que no obstante cualquiera puede tener acceso. Bueno, casi cualquiera, porque este hotel es conocido por ser de los pocos establecimientos del mundo que se ha atrevido a echar de su bar a personajes como la famosísima Paris Hilton… ¿Qué estaría haciendo?
El hotel cuenta con 186 habitaciones, todas ellas con un diseño interior muy caprichoso que ha cuidado la decoración hasta el mínimo detalle. Todas ellas están decoradas con un estilo un tanto clásico en el que los colores vino, verde o azul marino son los grandes protagonistas junto a unos muebles de época que difícilmente podrías encontrar en cualquier otro hotel de la ciudad.
El amplio espacio disponible y el confort del que se disfruta en ellas lo hace un lugar perfecto para descansar tras las largas jornadas de excursiones por Nueva York. Sin embargo, si te apetece disfrutar de una noche más movida puedes pasarte por el Rose o el Jade, los populares bares del hotel.
Para los que buscan algo más tranquilo, nada mejor que unas horitas en el gimnasio o el spa del hotel, un revitalizante paseo por el Grammercy Park (el único parque privado de la ciudad ubicado frente al hotel) o degustar la rica cocina del restaurante oriental Wakiya o del Roof Garden Club, sólo para socios.
Todo esto, claro, si estás dispuesto a pagar los 250€ que cuesta pasar una noche en el hotel.