Como bien sabes, un hotel no es solo una cama, un comedor y un servicio de habitaciones. La arquitectura, el orden, el emplazamiento y todos los detalles que lo componen pueden provocar admiración y una emoción incontenible, tal y como lo hace el Hostal de los Reyes Católicos de Santiago de Compostela.
Mezcla de historia, arte y tradición y símbolo de la ciudad, es la hospedería más antigua de Europa. Nació como Hospital Real en 1492 para albergar a los numerosos caminantes que se dirigían a Santiago y hoy en día continúa invitando al viajero a disfrutar de una de las capitales más visitadas y bellas del mundo. Sin duda, merece la pena conocerlo.
Un poco de historia
Actualmente Parador Nacional de Turismo, el Hostal de los Reyes Católicos se empezó a construir después de la visita realizada por los Reyes Católicos a Santiago en 1486. Su función era curar las heridas de los peregrinos que por la época recorrían el Camino de Santiago, que en muchos casos llegaban en un estado lamentable, por lo que tenían que pasar varios días en el hospital antes de poder ir a la Catedral.
Monumentalidad
Su ubicación, en la plaza del Obradoiro, frente a la catedral compostelana, agiganta su monumentalidad. Sus líneas góticas, renacentistas y barrocas lo hacen un monumento realmente interesante. Sin duda, conserva la elegancia y belleza de sus 500 años de historia. Al hospedarte en él, también recibirás una guía de visita con explicaciones textuales y gráficas.
Lujo y belleza
Además de ser considerado como el hotel más antiguo del mundo, también es uno de los más lujosos y bellos. Sus cuatro claustros, las elegantes estancias y las espectaculares estancias te dejarán con la boca abierta. Sin hablar del lujoso comedor, donde podrás disfrutar de pescados y carnes cocinados a la gallega, además de las clásicas filloas de manzana y crema caramelizadas. Por si fuera poco, hay otro restaurante-mesón en el sótano.