Para emular a los esquimales de Groenlandia ya no es necesario viajar hasta aquellas lejanas latitudes. Mucho más cerca, en Andorra, podéis alojaros en un auténtico iglú construido con nieve.
Inmerso en un entorno natural de gran belleza, a 2.350 metros de altitud, encontramos el Hotel Iglú Grandvalira, especial donde los haya. Allí podréis vivir una experiencia inolvidable y totalmente fuera de lo común.
Un hotel para el invierno
El hotel se encuentra en la estación de esquí de Grandvalira, en Grau Roig. Además de disfrutar de la belleza de las montañas andorranas y de esquiar en sus magníficas pistas, esta alternativa os ofrece la posibilidad de vivir como auténticos esquimales.
Resulta sorprendente saber que el Hotel Iglú Grandvalira se construye cada invierno y se derrite con la llegada de la primavera, por lo que está disponible solamente de diciembre hasta abril. Si os decidís a conocerlo, los guías del hotel os recogerán en la estación y os llevarán hasta los iglús. Pasarán la noche allí para que no os falte de nada y se encargarán de organizar algunas actividades nocturnas que os amenizarán la estancia. Además, el hotel iglú cuenta con un restaurante, el 3 Estanys, y un bar.
Bien equipados para combatir el frío
Este curioso establecimiento dispone de cuatro tipos diferentes de habitaciones: desde iglús para dos personas, decorados con un estilo romántico, perfectos para pasar una velada especial en pareja, hasta iglús familiares con capacidad para seis personas. También podéis elegir un iglú suite equipado con jacuzzi privado.
En ninguno de ellos pasaréis frío, ya que cuentan con sacos de dormir de expedición y sábanas especiales para temperaturas extremas. Además, las habitaciones están equipadas con pieles de cordero que os ayudarán a combatir el frío. En el hotel hay una temperatura de 0º, por lo que es necesario que acudáis bien equipados. Necesitaréis ropa calentita, especial para la nieve, así que dejad en casa los vaqueros y las zapatillas de deporte. Mejor llevad botas abrigadas, unos buenos guantes y calcetines de recambio. No os olvidéis el bañador; darse un chapuzón en el jacuzzi, en este medio nevado, es todo un placer.