Solamente un rápido vistazo bastará para dejarte boquiabierto, y es que este hotel del Parque Natural de Torres del Paine se encuentra completamente aislado del mundo, ínfimo ante la inmensidad de las montañas que se alzan imponentes a su alrededor.
Se trata del hotel chileno de Salto Chico, un establecimiento cinco estrellas en el que relajarte y desconectar será cuestión de minutos.
Con un terreno propio de más de tres hectáreas, este edificio se integra a la perfección con el entorno que lo rodea gracias a una sencillísima fachada blanca que acoge cincuenta habitaciones y acogedores espacios comunes en los que reposar tras las largas jornadas de excursiones por la zona.
El hotel dispone de hasta tres tipos de habitaciones distintas, desde las básicas Salto Chico o Cordillera Pain hasta las seis sofisticadísimas suites Exploradores, todas ellas con unas increíbles vistas que han sido consideradas por muchos como las mejores del mundo.
Comodísimas y con un cuidadísimo diseño interior, estas estancias están cubiertas por madera de lenga y ciprés en la estructura y almendrillo en el suelo. Disponen de un pequeño rincón a modo de sala de estar, bañera de hidromasaje y enormes camas para un profundo y reparador descanso. Eso sí, llévate un buen libro porque ninguna de ellas tiene televisión.
Como no podía ser de otra manera, el Salto Chico te ofrece también un exquisito restaurante a la altura de las expectativas del hotel con la cocina de autor del chef francés Laurent Pasqualetto.
Con todo, el Salto Chico se conforma como el mejor punto de partida para explorar este interesantísimo espacio verde de la Patagonia que fue declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO.