Todos sabemos que Las Vegas es considerada la meca del turismo, el lujo, el exceso y la teatralidad. Si algo ha conseguido la ciudad norteamericana es aparecer día sí, día no en películas, series de televisión y documentales, hasta tal punto que da la sensación de que todos hemos estado allí alguna vez…
Si no lo habéis hecho, sabed que un viaje a Las Vegas es algo así como una vuelta al mundo exprés. En esta ciudad, además de casinos y “desparrame”, también es posible ver los lugares más bellos del mundo a escala reducida. ¿Os gustaría, por ejemplo, visitar Venecia? Pues basta con que os alojéis en el Hotel Venetian, que además de ser muy peculiar también es uno de los más lujosos de la ciudad de los casinos.
Un paseo en góndola
No es necesario que cojáis una habitación en el Venetian para admirar su decoración, ya que es posible entrar y verlo de pasada. En sus amplios espacios hay una reproducción del mítico Gran Canal en miniatura, con agua de verdad e incluso góndolas. De hecho, es posible contratar un paseo en una de estas embarcaciones al tiempo que el gondolero deleita nuestros oídos con un aria o una canción popular. Canales en el desierto: ¿quién da más?
Sol las 24 horas
Pero el Gran Canal no es la única belleza de Venecia que reproduce este exclusivo hotel. La Plaza de San Marcos, la maravillosa encrucijada de la ciudad de los canales, también aparece en medio del escenario; eso sí, como todo en Las Vegas, a escala. El famoso Campanile se alza en el hotel, y también lo hace el Puente de Rialto. Esta amplia zona que reproduce los iconos venecianos es el área comercial del hotel, plagada de tiendas y restaurantes, y una peculiaridad que ofrece es la sensación de “día soleado”… También durante la noche. Si os dáis una vuelta por el Hotel Venetian podéis aprovechar y sacar entradas para alguno de sus espectáculos musicales, todo un referente para el turismo de Las Vegas.