Alojarse en un hotel puede ser una experiencia muy placentera, sobre todo si el establecimiento en cuestión se esfuerza por hacer que nos sintamos en la gloria. Esa es la tendencia de muchos hoteles españoles que, cada vez más frecuentemente, incorporan servicios exclusivos para sus clientes.
Se trata de detalles exquisitos que el hotel (normalmente de 4 o 5 estrellas) pone a disposición de sus clientes. Así logran diferenciarse del resto de alojamientos y dejar en los huéspedes un buen sabor de boca. ¿Qué os parecería si os recogieran en el aeropuerto o la estación en una flamante limusina para trasladaros al hotel? ¿O que os dieran a elegir entre una completa carta de almohadas? A nadie le amarga un dulce, ¿verdad?
Al hotel, en limusina
Entre las atenciones que los hoteles de lujo dispensan a sus clientes destaca, por ejemplo, el servicio de transfer en limusina desde el aeropuerto hasta el hotel. Si os alojáis en el Eurostars Madrid Tower, por ejemplo, un chófer uniformado os estará esperando a vuestra llegada para llevaros al hotel en un elegante coche, evitando que tengáis que hacer cola para coger un taxi. No digáis que no es un lujo…
Y, ¿qué os parecería contar con los servicios de un personal shopper que os aconseje sobre dónde y qué comprar, cuáles son las tiendas más interesantes de la ciudad, etc.? Pues ahora es posible en determinados hoteles como el Abba, también en Madrid.
El mejor descanso
Garantizar un buen descanso a los clientes es primordial en cualquier hotel de lujo que se precie, por lo que muchos de ellos incluyen un menú de almohadas cada vez más extenso. Por ejemplo, el hotel NH Podium, en Barcelona, dispone del menú Pilowzzz con almohadas de diseño anatómico, rellenas de plumón, de alta densidad… y un largo etcétera.
Otros lujos son las llamadas «amenities», es decir, los productos de belleza y cosmética, que en estos hoteles son de primeras marcas. Como en el hotel Caro, de Valencia, donde las amenities son de la firma Bulgari.