Erase una vez La Princesa y el Guisante, un mágico hotel situado a dos minutos de la playa de Conil de la Frontera, Cadiz. En él, los huéspedes pueden disfrutar del confort y diseño rodeados del encanto del cuento de Hans Christian Andersen. Pero no te preocupes, a diferencia de la princesa del famoso cuento, no encontrarás ninguna molestia, ni siquiera un guisante bajo el colchón.
La Princesa y el Guisante es un hotel temático, moderno, creativo y muy íntimo que está ubicado en pleno casco antiguo de la villa. Tiene 11 habitaciones que garantizan un trato personalizado, terraza con unas increíbles vistas a la costa gaditana y, lo mejor de todo, un jacuzzi que hará las delicias de los huéspedes.
Los dormitorios están cargados de efectos sensoriales y oníricos y, en el sótano, se sirve un desayuno tipo bufé de mermeladas y tostadas caseras y se venden las camisetas que diseña uno de los dueños en sus ratos libres.
Caminando desde el Hotel por un interesante y divertido paseo de jardines y monumentos, antiguas iglesias, contemplarás la “Torre de Guzmán el Bueno”, fundamental edificio para la historia de Conil de la Frontera; restaurantes, bares, terrazas donde se pueden degustar los pescados, salazones y mariscos de la mar. Si no te detienes en este bonito paseo, en menos de cinco minutos aparece el océano y la incomparable arena de la playa.
Y es que Conil de la Frontera ya de por sí es un lugar mágico. Recostado sobre una colina, tiene a sus pies una playa de 17 kilómetros de arena fina, rubia y limpia. Todo ello a orillas del Estrecho de Gibraltar, cercano a la conjunción de las aguas del Mediterráneo con el Océano Atlántico, donde entran los atunes a desovar y donde se colocan las almadrabas para su pesca. En los días claros, sobre todo con el viento Norte, aparece en el horizonte las azules montañas de África.