Un alojamiento así no es demasiado común: una especie de cabañitas de camping llenas de encanto y glamour. Pueblo Barrancas apenas tiene un más de un año, pero ya se ha convertido en un lugar perfecto para alojarse si viajas a la costa atlántica de Uruguay.
Este ecohotel se encuentra rodeado por verde naturaleza, bellísimas playas y unas vistas que no te puedes perder. Diez cabañas sobre palafitos y algunas tiendas de campaña estilo canadiense o como las yurtas mongolas se encuentran salpicadas entre las más de cinco hectáreas que apenas son estropeadas por el hotel, que se incorpora increíblemente en el entorno natural. De hecho, tanto las cabañas como las tiendas fueron construidas de forma manual y evitando la maquinaria pesada.
La arquitectura y la decoración de cada una de las ‘estancias’, si podemos llamarlas así, es muy sencilla pero con un toque dulce y natural gracias a las estructuras de madera, las preciosas mosquiteras que cuelgan de sus camas y las texturas y colores naturales en todos los elementos de las estancias. Así, podrás hacer una buena siesta tumbado sobre las cómodas camas pero también en las hamacas que cuelgan de muchos árboles cercanos a las habitaciones.
Este eco-resort tiene un emplazamiento perfecto si lo que quieres es alejarte del resto del mundo, pues se encuentra en medio de la naturaleza y muy alejado de los pueblos vecinos. Por suerte, si vas con esta idea poco más necesitarás que la playa, un precioso cielo estrellado y la maravillosa naturaleza colindante; por si acaso, el Pueblo Bar te ofrece deliciosa gastronomía, con parrilla para hacer pescado y carne a la brasa y muchos otros platos que te encantarán.
Sin duda, lo mejor del hotel es que te equivocas cuando pretendes pensar en un precio aproximado, pues pernoctar en la tienda sólo cuesta 46 euros y, en la cabaña para dos o tres personas, sólo pagarás 70 euros.