Son muchos los famosos que con sus fortunas prueban suerte en otros ámbitos del tercer sector alejados de las artes. El líder de U2, Bono, también se subió al carro, pero en este caso no con el diseño de moda o con sus fragancias como hacen otros famosos, sino regentando su propio hotel.
Sí, el artista prefiere mantenerse un poco en el anonimato y por eso no todo el mundo sabe que magnífico hotel Clarence de Dublín (Irlanda) es de su propiedad. Sin embargo, debemos ser los del pueblo llano los que desconocíamos su existencia (o como mínimo su propiedad) porque lo cierto es que son muchísimos los famosos que han hecho de este hotel su favorito para sus visitas a la ciudad.
Ya intuyes lo que podrías encontrar en cualquier hotel propiedad de un famoso, y más si éste se dedica al mundo de la música: elegancia, estilo y unas condiciones excepcionales en cualquiera de los rincones del hotel.
El Clarence, comprado por Bono en 1992, es el primer hotel boutique de la ciudad. Posee un interiorismo simple pero elegante, de sencilla decoración contemporánea y con un estilo que pretende hacerte sentir la hospitalidad irlandesa en tu propia piel.
Las 49 habitaciones y Suites del hotel son excepcionales, desde las habitaciones Standard o Superiores hasta la exclusiva Penthouse Suite. Cada una de ellas tiene una decoración única y diferente a las demás en unos tonos que van desde azul, el amatista, el dorado o el chocolate, y están equipadas con todo lo necesario para hacerte sentir tan a gusto como en casa… Total, ¡casi estás en casa de Bono!
El hotel completa la oferta con una ubicación excepcional especialmente para los más marchosos: se encuentra en la zona de Temple Bar, donde encontrarás muchos pubs y discotecas para divertirte. Sin embargo, puede resultar algo ruidoso si lo que quieres es descansar tras una larga jornada de visitas por la ciudad.