Aún quedan algunos meses para que llegue el verano y, con él, las esperadísimas vacaciones, pero ya conviene ir pensando cuál será el destino elegido. Para todos aquellos que estéis buscando un lugar ideal al que viajar y un hotel especial en el que alojaros, os voy a proponer una sugerencia que me ha parecido irresistible: The Oyster Inn, en Nueva Zelanda.
Es de esos hoteles que te dejan prendado a primera vista. Tan sólo tenéis que navegar un poco por su web para desear conocerlo. Está en Waiheke, una pequeña isla cercana a Auckland, y allí encontraréis tranquilidad, un paisaje bellísimo y estupendas playas. ¿Qué más se puede pedir?
Natural, sencillo, espectacular…
The Oyster Inn es un hotelito en un pequeño pueblo pesquero llamado Oneroa. Es sencillo y a la vez fresco, natural, con la elegancia de las cosas esenciales y verdaderas. En todos sus rincones, tanto en las zonas comunes como en las habitaciones, se respira una atmósfera de auténtico relax.
Cuenta con pequeños salones para descansar, un bar y un restaurante en el que probar las exquisiteces locales de la mano del chef Cristian Hossack, que además están elaboradas con productos de temporada de primera calidad.
Si te gusta… ¡reserva ya!
Todos los espacios, con el blanco como estandarte, son luminosos y acogedores, con muebles de maderas claras y telas frescas. Las habitaciones, decoradas con buen gusto y una elegante sencillez, disponen de todas las comodidades. Son perfectas para relajarse y descansar. Eso sí, si quieres alojarte en The Oyster Inn, debes hacer la reserva cuanto antes porque sólo disponen de tres habitaciones.
Y aunque visitarlo en verano cuenta con el aliciente de la cercana playa de Oneroa, el hotel es también muy apetecible en otras épocas del año, ya que relajarse en cualquiera de sus acogedores rincones con un buen libro puede ser toda una experiencia.
