¿Qué os parecería dormir en un hotel que perteneció a uno de los dirigentes políticos más importantes del siglo XX… Y que además tiene alas? Pues es algo que podéis hacer si viajáis a Holanda, y además, a un precio menor del que podríais pensar. El Hotel Honecker ofrece esta posibilidad, aunque es más o menos parecido a un avestruz: tiene alas, pero no vuela. Porque se trata de un hotel ubicado en la cabina de un antiguo avión ruso de los años 60 que perteneció al antiguo presidente de Alemania del Este, Erich Honecker.
El avión ha sido convertido en hotel por un avispado empresario, y ofrece una categoría de cinco estrellas para quienes busquen el lujo más original.
Exclusivo y asequible
La verdad es que para ser un hotel de lujo no es nada caro. La suite que acoge el avión (y que como es lógico es única, ya que la cabina no da para más) cuesta 350 euros la noche y cuenta con todas las comodidades. Dispone de sauna, cocina, televisores LCD, aire acondicionado, conexión a Internet…
Con todas las comodidades
Este hotel-avión, bautizado así en honor a su antiguo dueño, el ex presidente de Alemania Oriental Eich Honecker, tiene una lujosa suite que cuesta 350 euros diarios (alrededor de 460 dólares), y posee todas las comodidades que un huésped podría solicitar: sauna, cocina, tres televisores de pantalla plana, DVD, blu ray, aire acondicionado, desayuno de lujo e Internet. Pagando costes adicionales, a los huéspedes les estará esperando una botella de champán y un ramo de rosas rojas. Se me ocurre, por ejemplo, que puede ser un lugar muy original para celebrar el próximo San Valentín…
Para aventureros del aire
También conocido como Vliegtuigsuite, quizás la ubicación del hotel sea lo menos atractivo. Como no podía ser de otra manera, se encuentra en un aeropuerto: concretamente en el de la localidad holandesa de Teuge. Los más aventureros pueden aprovechar su estancia en el Hotel Honecker para apuntarse a clases de vuelo o saltos en paracaídas, que la empresa propietaria del establecimiento ofrece a sus clientes. Ya lo sabéis: si queréis “volar” en las alas de la historia y os apetece dormir en un avión con todas las comodidades, el Hotel Honecker es lo que estabais buscando.